Anatael N. Alayón Hernández
Arquitecto Urbanista
Cuando el arquitecto comienza el proceso por el cual ha de diseñarse un proyecto, en la mayoría de los casos se trata de obras sobre suelo vacante, en el que las premisas previas serán principalmente las preferencias del cliente, los condicionantes de la ubicación y la normativa urbanística de aplicación. En aquellos casos en los que el encargo trate la intervención sobre un inmueble existente entra dentro de la ecuación el entendimiento de la edificación sobre la que se va a actuar, tanto a nivel estructural como a nivel programático, estético y funcional. Y en aquellos excepcionales casos en los que se vaya a intervenir sobre un elemento catalogado ha de tenerse en cuenta el importante concepto del valor patrimonial.
Un ejemplo de intervención de este último tipo es la llevada a cabo por mi parte en el año 2018 junto con el también arquitecto Oliver Polegre Martín en el Conjunto Histórico de Villa de Arico por encargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. El proyecto no contemplaba la intervención sobre un elemento catalogado en sí, sino sobre un edificio dentro del Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico de la Villa de Arico, con lo cual las premisas previas de intervención no se encontraban dentro de una ficha de catálogo sino que se trataba de condicionantes generales, en su mayor parte estéticos o ambientales y referidos al conjunto histórico en sí.
En este tipo de proyectos, cuando se interviene sobre un elemento dentro de un área protegida, en este caso el Conjunto Histórico de Villa de Arico, lo que se tienen son dos niveles de análisis patrimonial a realizar. Por un lado el más general; que sería el cómo tratar la intervención del edificio respecto al espacio público y por otro lado el más específico; que sería el cómo intervenir dentro del propio edificio.
Para la primera parte del análisis es indispensable contar con las herramientas urbanísticas necesarias que nos permitan conocer los parámetros de intervención permitidos o recomendados; tipos de carpinterías, colores en fachadas, apertura de huecos… Desgraciadamente la mayoría de los Conjuntos Históricos de nuestra isla carecen de esta herramienta urbanística; el Plan de Protección del Conjunto Histórico (obligatorio por ley para todo conjunto histórico declarado BIC como tal), y en este caso el Conjunto Histórico de Villa de Arico, que carece de este documento tan necesario, es un ejemplo de ello. Esta ausencia de normativa específica del conjunto provoca que los procedimientos administrativos previos a la autorización de las intervenciones se dilaten en el tiempo, y en muchos de los casos que las propias intervenciones no lleguen a materializarse por desistimiento del promotor.
En el proyecto se intervenía sobre una edificación sita en la calle Benítez de Lugo nº 38, una excelente ubicación dentro del Conjunto Histórico de Villa de Arico, y popularmente conocida como “Casa del Mayor” debido al uso que por parte del Ayuntamiento se le dio en un pasado reciente como centro de mayores. La premisa fundamental de esta intervención era la de rescatar esta edificación antigua y realizar una reforma que permitiese no solo su rehabilitaciónsino también la recuperación del uso de la misma como centro social para personas de la tercera edad y además como sede de la oficina de turismo municipal del Ayuntamiento de Arico, que es el propietario del inmueble.
La edificación, conforma una fachada completa alineada a vial hacia la calle Benítez de Lugo, si bien en su interior la configuración es la de dos cuerpos en torno a un patio longitudinal en dirección suroeste- noreste y perpendicular a dicha vía.El mencionado patio está cerrado al fondo por un muro y una puerta, si bien al otro lado existe un patio trasero de al menos dos metros de fondo que se abre sobre las huertas de la parte rústica al otro lado de la calle. Sus rasantes respecto al nivel de calle presentan un desnivel de cotas entre el acceso y el fondo del patio de aproximadamente medio metro.
La tipología edificatoria además es entre medianeras, con los dos linderos laterales adosados a edificaciones colindantes. Se aprecia a simple vista, por estructura y tipo constructivo, que las dos piezas de la edificación corresponden a una misma época, si bien la pieza de la izquierda (según se entra) tiene mayor porte, con elementos de piedra en las puertas, carpinterías más nobles y cubiertas planas mientras que la de la derecha responde a una solución más austera, con espacios más modestos, con huecos simples de acceso y cubiertas inclinadas de tejas. Es por ello que posiblemente la primera pieza fuera de estancias y la segunda fuese de cuartos de aperos, cocinas o demás elementos auxiliares.
Con el paso de los años la edificación se ha ido trasformando, generándose modificaciones en ambas piezas, aunque más considerables en la de la derecha, con una sustitución parcial de la cubierta original o una desafortunada intervención para generar unos aseos.La pieza de la izquierda no está exenta de modificaciones, con tabiques divisorios y pavimentos interiores nuevos bastante desafortunados.En el interior del inmueble existen actualmente multitud de niveles, escalones y resaltes que hacen el edificio del todo inaccesible, sobre todo para el perfil de usuarios que se prevé para el mismo (tercera edad).
En la actualidad la edificacióncomienza a mostrar síntomas de deterioro evidentes, siendo de destacar el mal estado general del sistema estructural de la madera de las cubiertas del edificio, el derrumbe de uno de sus techos y sin olvidar la aparición de humedades en los paramentos o la proliferación de malas hierbas y maleza dentro del inmueble.
Una vez nos enfrentamos a la problemática del proyecto en sí, tenemos tres niveles de análisis, por un lado la resolución del programa propuesto y por otro lado los dos niveles de análisis patrimonial previamente apuntados; el general y el específico. Estos tres niveles no pueden acometerse por separado, sino que se entremezclan y conectan entre sí, es por ello que deben irse resolviendo de manera acompasada.
Respecto al análisis general desde el proyecto se proponen varias intervenciones de manera inicial; se trasladarán todos los cuadros y registros de instalaciones al interior del inmueble y se procederá al soterramiento de todas las instalaciones actualmente adosadas a la fachada.Se buscó siempre respetar la imagen y estilo del inmueble y su entorno, es por ello que no se varían condiciones de volumen ni materiales originales de construcción, yendo siempre a soluciones acordes con el resto del conjunto histórico y pretendiendo siempre la mejora de lo existente dentro de los mismos parámetros estéticos y compositivos. De ese modo se respetó la traza del patio proponiendo una pavimentación adecuada del mismo (actualmente cuenta con un hormigonado pobre). Se planteó la retirada de elementos de cubierta no adecuados (como planchas de uralita) y se propone la ejecución de cubiertas inclinadas de teja árabe allí donde corresponda.
Teniendo en cuenta que la edificación se encuentra dentro del BIC Conjunto Histórico de Villa de Arico y que al mismo tiempo se trata de un inmueble de bastante antigüedad y de interés patrimonial se propuso mantener la estructura, forma y volumen actual en todos sus aspectos.La configuración principal de piezas y patios se mantienen, eliminando tan solo el añadido trasero y reorganizando esa parte para colocar los aseos.
En cuanto a la fachada principal se mantuvo la configuración y estructura actual, a pesar de que en estudio de campo se apreció que hubo modificaciones en la misma, pero al no haberse podido averiguar fehacientemente la fecha exacta de dicha modificación (no sabíamos si era previa o no a 2005 que es la fecha de declaración del BIC) y teniendo en cuenta que por cuestiones programáticas de propuesta, con la distribución de proyecto, en la que se canalizaba todo el acceso por la puerta del patio, no nos favorecía el contar con esa puerta por lo que se optó por no modificar el estado actual en lo referente a la fachada, más allá de restaurar las ventanas y la puerta existentes
Respecto al análisis específico del elemento patrimonial debe hacerse desde la propia idea del programa y la intervención, para lo cual el proyecto propusoapoyarse en el patio existente como elemento distribuidor y separador entre ambos usos, quedando a la derecha del mismo la oficina de turismo y a la izquierda el centro de mayores. La idea fundamental era intervenir en el patio y en los niveles interiores de las estancias para conseguir una accesibilidad plena en todo el inmueble y sus instalaciones, de ese modo el patio entero se planteaba en una muy ligera pendiente (4,55%) para salvar la diferencia de cota existente entre el acceso principal (±0.04 m) y el punto de acceso a todas las dependencias (+0,45)
Mediante esta rampa central se daba accesibilidad a todo el edificio. En el desarrollo de la misma se accedía a la oficina de turismo, bien por la puerta de los despachos (+0,21 m) bien por la puerta de la sala de información (+0,32 m) mientras que a la finalización de la rampa nos encontrábamos ya a la cota más alta (+0,45 m) y por tanto accesible a la sala polivalente los baños, el patio trasero o cualquier dependencia del centro de mayores. No puede olvidarse que una de las premisas en este proyecto era la de la accesibilidad total del edificio, aun cuando al tratarse de una intervención en un entorno de valor patrimonial las mismas podrían flexibilizarse.
La intervención proponía generar un patio central amplio y diáfano que sirviese de distribuidor y elemento de potenciación de la edificación, y que al mismo tiempo invitase a pasar hacia el patio trasero ajardinado, actualmente inaccesible. Para ello se propuso la demolición del muro de cierre de los actuales baños y de la estancia del fondo del patio, que además se veía por su distribución respecto al conjunto y el tipo y grosor de sus muros que era un añadido posterior. Con esta demolición se consiguió ganar amplitud y perspectiva en el patio, de modo que el patio trasero actualmente estrangulado y oculto sería mucho más visible con una anchura de paso mayor y también más presente como continuación del patio central.
Según se entraba a la derecha tenemos la oficina de turismo que iba a ocupar la pastilla edificada de menor porte de las dos que conforman el patio. La propuesta era generar un espacio compartido pero a la vez diferenciado, en el que existiera una oficina de turismo con sitio para dos trabajadores y al mismo tiempo hubiese una zona para la colocación de folletos y material de divulgación que sirviese de punto de llegada e información para los turistas y visitantes. Este segundo espacio estaría conectado con la oficina mediante un mostrador, de manera que los trabajadores podrían atender directamente a los turistas y visitantes desde su puesto de trabajo.
Para ello se proponía la demolición parcial del muro divisorio actual entre ambas estancias, de manera que el mostrador de la oficina se encajaría en las dimensiones del mismo emulando su traza.
Se propuso la demolición completa de la parte de cubierta derruida actualmente, resolviendo esta parte con losa de hormigón armado sobre los muros de carga existentes y recolocación de vigas de madera existentes para toda esta parte, con saneado y recuperación del forjado existente en el resto de la pastilla izquierda. Mientras que en la parte de la oficina de turismo y aseos la estructura se resolvería con nuevas vigas de madera, al encontrarse las de este lado en muy mal estado.
Al finalizar la rampa, tenemos la sala polivalente, que se trataba de un espacio multifuncional pensado como sala de conferencias, aula, taller, sala de proyecciones o de exposiciones. En este espacio se planteaba no colocar el trasdosado de las paredes que se proyectaba en el resto de dependencias del edificio, quedando la pared de piedra actual de la misma vista.
Por último y accediendo bien a través de la rampa central o de dos escalones junto a la entrada tenemos el centro social para mayores. Se trataba de las dos estancias que en el estado actual se han definido como “Dependencia 1” y “Dependencia 2”. La Dependencia 1, que en el estado original se encontraba dividida en dos espacios por un tabique moderno se unificó en un solo espacio denominado “Salón Social” que será una zona de encuentro para los mayores.La Dependencia 2, que en el estado original se encontraba en estado de ruina por haberse derrumbado su cubierta no dispone de ventanas ni huecos aparte de la propia puerta de acceso, es por ello que desde el proyecto se propuso la comunicación con el salón social de manera que sirva como elemento de comunicación accesible para aquellos usuarios que no pudiesen acceder al salón social por la entrada con los dos escalones. Aprovechando este espacio se planteaba también la consecución en el mismo de un almacén para la oficina de Turismo.
Respecto al patio trasero se propuso el tratamiento y ajardinamiento del mismo como zona de reposo o descanso, para lo cual se dispuso del mobiliario oportuno así como de un sistema de lamas de madera inclinadas que hicieran las veces de cortavientos respecto a los vientos dominantes que vienen de esta dirección.
Una vez se tiene clara cuál es la idea de la propuesta, el programa funcional que la vertebra y los elementos singulares del edificio que pueden intervenir en ello es cuando desde el proyecto se incide en el tratamiento de aquellos elementos singulares del propio edificio que puedan ser de valor patrimonial, ya sea por si solos o dentro de la imagen general del conjunto. Es lo que dentro del propio proyecto se denominó como “Tratamiento de elementos singulares”
Una de las intervenciones más destacables dentro de los elementos singulares del edificio serían las dos puertas del centro de mayores que contaban con elementos de piedra natural marrón de Arico en jambas y dinteles.
Desde el proyecto se planteaba el cambio del nivel del centro de mayores por condiciones de accesibilidad, en concreto se bajaba el nivel unos 14 cm, lo que conllevaba el aumento de las dimensiones del hueco de puertas. Para solucionar esto se propone primero el apuntalado completo de los dinteles y segundo el levantado de las piezas de jamba, para una vez se alcance el nivel de proyecto se procediese a la recolocación de las mismas piezas en su nuevo nivel, colocando una nueva pieza prismática de piedra natural marrón intercalada entre la basa y el resto de piedras a recolocar.Para esta nueva pieza de piedra a colocar se intentaría aprovechar algunas de las piezas sobrantes acopiadas actualmente en el interior del inmueble.
Otro ejemplo de la sutileza necesaria a la hora de intervenir teniendo en cuenta el valor patrimonial de edificios existentes o edificios dentro de conjuntos históricos lo tendríamos dentro de las carpinterías elegidas para la oficina de Turismo. Pues bien, en una primera instancia se proyectó el colocar para las dos puertas de acceso a la mismauna madera lisas en contraposición con las hojas de madera de las puertas de enfrente que eran cuarteadas, también para acentuar esa diferenciación de relevancia entre ambos elementos. En la revisión con el área de Patrimonio del Cabildo una de las cosas que se discutieron fue lo adecuado de introducir esas nuevas carpinterías, y si no sería mejor colocar carpinterías similares a las existentes en el otro lado. Nuestra idea de proyecto era reflejar la realidad de que el volumen de la derecha se trataba de un elemento de menor entidad que el de la izquierda, posiblemente dedicado a estancias auxiliares y probablemente con carpinterías de menor calidad o inexistentes, nunca iguales a las del otro lado, es por ello que puesto que no había pruebas del tipo de carpinterías existentes en estos huecos y que en la actualidad los mismos no presentaban carpintería alguna tal vez lo más respetuoso o aproximado con la realidad sería colocar las puertas más transparentes posibles, y es por ello que se decidió colocar puertas completas de vidrio que diesen la sensación más cercana posible a “no haber nada”. Porque muchas veces esto es lo que debe entenderse cuando se interviene sobre el patrimonio, que no se trata de reproducir lo que había, no se trata de “poner bonito” lo existente, ni tampoco de realzar elementos que nunca tuvieron esa condición de relevancia, lo que se trata es de comprender la realidad del elemento sobre el que se interviene y la manera en la que ha llegado a nuestros días y podemos percibirlo en este momento, esa es la esencia a preservar.
La intervención sobre la Casa del Mayor se trata en definitiva de un proyecto en el que, respetando al máximo la estructura, composición ydisposición actual, así como todos los elementos singulares del edificio, se consiguió encajar un nuevo programa funcional combinando dos usos de especial necesidad en Arico, y consiguiendo además adaptar el inmueble a todas las condiciones exigibles actualmente por normativa, al tratarse de un equipamiento público y más aún al ser destinado a personas mayores, este aspecto cobraba especial relevancia en lo referente a la accesibilidad.